Después de tanto preguntarnos qué es la verdad (como si jamás hubiéramos mentido), después de tanto fingir que no sabemos amarnos, tal vez merezca la pena pasar un rato leyendo sonetos.
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.