PUENTE MAYOR, ANTONIO
Tras debutar con ocho años en una obra escolar, Rocío Jurado se convirtió, gracias a su prodigiosa voz, en «la niña de los premios», pues no había concurso en el que no obtuviese un trofeo. Años después, la chipionera se trasladaría a Madrid, grabaría discos y rodaría películas, llegando a actuar incluso para el presidente de los Estados Unidos. Esta es la historia de una leyenda de la canción española, de la intérprete de copla y flamenco más internacional, de una artista que sería conocida por siempre como «La más grande».